Hogares para niños y adolescentes que sufrieron abusos
Laura fundó los hogares ConVivencias para albergar a niños y adolescentes que pasaron por situaciones de abuso sexual y violencia familiar. Su objetivo es bridarles un ambiente de contención y cariño, donde puedan sanar sus heridas y aprender a confiar de nuevo. Para ello, cuentan con un equipo de profesionales que asiste de forma personalizada a cada chico para su desarrollo emocional, físico y educativo, de forma tal que pueda recuperar su vida y una mirada a futuro.
Durante su juventud, Laura también fue víctima de abuso sexual por un familiar cercano. Por esa razón, en el 2000 decidió junto a su esposo crear los hogares para contener y ayudar a otros jóvenes que padecieron lo mismo que ella. Laura padeció el sufrimiento, el miedo y la desesperanza que experimentan las víctimas de abuso. Su lema de vida es: “Si yo pude, otras también podrán”.
La fundación cuenta con dos hogares: uno para mujeres adolescentes de entre 12 y 18 años, y otro para varones de 6 a 12 años. Todos ellos, víctimas de abuso y maltrato. En total, en ambos hogares conviven unos 28 jóvenes asistidos por unos 25 voluntarios, algunos de los cuales son antiguos huéspedes. De esta manera, se conforma un círculo virtuoso, en el cual algunos de los jóvenes eligen ayudar a otros que pasaron por su misma situación.
“El objetivo es que cada niño, niña y adolescente pueda encontrar el afecto, el cariño y los valores que perdieron. Con el tiempo, los cambios que vemos en su forma de hablar, sus abrazos y besos, me hacen sentir que lo que hacemos vale la pena”.