Discapacidad e inclusión
Cristina fundó en 2001 la organización Vivir y Amar con Esperanza (VYACE) con el objetivo de promover el desarrollo de niños, jóvenes y adultos con discapacidad. Desde el pronóstico y diagnóstico, brindan un tratamiento con un enfoque integrador a través de un equipo interdisciplinario y de talleres terapéuticos de producción. Asisten más de 60 personas de Salvador Mazza y los alrededores.
El centro de VYACE es el único en 400 km, en el norte Salta. Cristina busca que a través de las actividades que realizan “los padres se empoderen, sean fuertes y valientes, y que confíen más en ellos mismos”.
El gran impacto que está logrando tiene tres direcciones: las familias que entendieron que la discapacidad no es una enfermedad y que siempre hay un camino; los chicos con discapacidad que comprendieron que primero son persona con derechos, oportunidades y merecedores de estar incluidos como miembro de la sociedad; y finalmente la sociedad que reconoció que la discapacidad no es contagiosa y que las personas que la padecen tienen grandes dones.
“Mi hijo Alejandro nació de cinco meses de gestación. Me dijeron que si sobrevivía no podría caminar, hablar ni aprender. Sin embargo, dijo su primera palabra a los 8 meses y caminó a los 13 meses. Además, desarrolló una memoria increíble. Como vivenciaba estos avances, se me ocurrió crear un lugar para él y otro niño. Entonces hablé con mis amigas, que a su vez trajeron a sus amigas, y en 2001, dio sus primeros pasos en casa VYACE.”