Carlos es el fundador y presidente de la Fundación Solatium Patagonia, que acompaña a personas que están transitando la última etapa de su vida y a sus familias. La organización cuenta con profesionales de la salud y voluntarios, quienes brindan servicios domiciliarios y gratuitos de asistencia y acompañamiento. Además, cuenta con un curso para voluntarios en cuidados paliativos, y un pregrado en Cuidados Paliativos que incluye aspectos biomédicos, psicosociales y espirituales.
Actualmente se encuentran construyendo Casa Betania, el primer Hospice de la Patagonia, en donde ofrecerán servicios de internación, cuidados diurnos, asistencia domiciliaria, atención ambulatoria, talleres de arte y otras actividades terapéuticas.
Desde su creación en 2009, son la compañía y contención de quienes por cuestiones de espacio y demanda no pueden acceder a los servicios de cuidados paliativos, o se encuentran solos transitando una enfermedad terminal. En sus años de trabajo, ya asistieron 191 personas a quiénes les brindaron la tranquilidad y comodidad para atravesar ese momento de su vida de la mejor manera posible.
Carlos está convencido de la importancia de brindar “un cuidado amoroso para los que no tienen familia". “La calidad de vida cambia totalmente si el enfermo sabe que va a tener sus síntomas controlados y que va a estar acompañado hasta su último día”.