Carina creó Brincar para contribuir al desarrollo integral de niños y jóvenes con autismo. Junto a su equipo de profesionales, brinda talleres gratuitos de artes y oficios que funcionan como espacios de expresión, creatividad, desarrollo y esparcimiento. La fundación trabaja en la capacitación y contención de familiares, a la vez que busca la formación de profesionales especializados.
Carina es la mamá de Iván, un niño de 13 años con autismo. Tras colaborar durante años en diferentes iniciativas solidarias y organizaciones no gubernamentales, en 2010 creó la Fundación Brincar para orientar a otras familias en su misma situación. “Para mí la fundación no es un trabajo full time, es un proyecto full-life, es la posibilidad de llevar a cabo un sueño para la vida de Iván."
Anualmente, unos 150 chicos y jóvenes con autismo participan de los talleres de la fundación. Crecen y ponen ponen en jaque lo que se piensa sobre lo que alguien con autismo puede o no puede hacer. A lo largo de sus cuatro años de existencia, Brincar formó a más de 3000 personas en el desarrollo integral de niños y jóvenes con autismo, entre los que figuran familiares, trabajadores de la salud y profesionales de la educación. Carina trabaja en el armado de una Red Latinoamericana de Organizaciones sociales abocadas a esta problemática.
“El autismo es un trastorno de desarrollo y no una enfermedad. La información y la intervención temprana son claves. Una familia con conocimientos y herramientas puede mejorar el pronóstico, la calidad y la felicidad de la vida de personas con autismo”.